Una semana de utopía, trabajo y alegría

El sábado 26 de agosto fue el gran día. Los participantes de la Residencia y del Campamento Nuevos Realizadores se reunieron en el Jardín El Tamarindo para presentar los cortos producidos, y recibir los incentivos otorgados por ACAMPADOC, gracias a las alianzas que mantiene con otros festivales y espacios formativos.

 

El XII Festival Internacional de Cine Documental (ACAMPADOC) tuvo como eje temático “Voces de
la faena rural”. Tras una semana de trabajo intensivo, los cortos producidos por los jóvenes
participantes del Campamento Nuevos Realizadores mostraron la riqueza de un territorio que aún
preserva sus cantos y saberes tradicionales.
Ana Teresa Benjamín M.
Especial para ACAMPADOC

El Festival Internacional de Cine Documental (ACAMPADOC) de La Villa de Los Santos tiene el
espíritu del trabajo colaborativo, el encanto del contexto rural en el que se realiza y la fuerza de
una selección de documentales que, noche tras noche, muestran las realidades complejas que
enfrenta Latinoamérica, sus ciudades y comunidades.
Concebido hace doce años, ACAMPADOC es escuela y taller; utopía e imaginación y mucho, mucho
trabajo. Irina Ruiz encabeza este proyecto, pero a su alrededor ha tejido una red de apoyo que
incluye a miembros de la familia y a profesionales del cine que, desde sus respectivos campos,
hacen posible la realización de un programa maratónico que incluye asesorías para proyectos,
producción de cortos y la proyección gratuita de películas en el Parque Simón Bolívar. Este año,
además, hubo presentaciones en la Universidad Tecnológica de Panamá, porque la idea es poner
al alcance de los jóvenes los temas que sacuden el mundo en el que viven.
En las últimas dos noches de proyección, el programa incluyó una película sobre la riqueza
gastronómica de Michoacán, y otra sobre las luchas de la población chilena contra las centrales
termoeléctricas. De la primera cinta nos quedó el gaspacho moreliano, el aporreadillo y la
morisqueta, los atoles, las carnitas, los vasolotes, la nieve de pasta y el mezcal. ¡Qué delicia! De la
segunda, la certeza terrible de cuán firme pisan las grandes transnacionales, pero también el
espíritu recio de quienes reúnen fuerzas para enfrentarlas.
El viernes por la mañana, tras una semana de trabajo intensivo por parte de los participantes en la
Residencia Iberoamericana, se realizó la sesión de presentación de pitchs, es decir, del resumen de
los proyectos en los que trabajan los participantes, y para los cuales buscan fuentes de
financiamiento. La sesión fue una sucesión de viajes: viajes a las raíces, a las emociones, a los
mundos internos, a las honduras de la violencia y la marginalidad. Hubo también viajes a los
sueños, a los cantos y a la lengua materna, al dolor, a la poesía y a la historia. Es hermoso
comprobar cuántas historias están pendientes de contarse y cuán viva sigue la necesidad humana
de contar.
Este año, el programa de ACAMPADOC incluyó un conversatorio sobre la Inteligencia Artificial (IA)
y su incidencia en el campo del cine, a cargo del guionista chileno Fernando de Peña Quiroga. Para
el escritor, las posiciones apocalípticas frente a la IA son exageradas, porque “el cine es arte y
nosotros somos artistas del cine”. Creer que la IA es capaz de producir cine es partir de la posición

de que “tu trabajo siempre fue el de un robot”, lo que necesariamente obliga a pensar sobre lo
que cada quien hace.
“La IA nos puede ayudar para traducciones y para sinopsis”, agregó, a la vez que planteó que
desde lo político y lo ético sí implica un reto, en la medida que puede ser utilizada para precarizar
aún más las condiciones de trabajo o poner en cuestión el tema del uso de imágenes y los
derechos de autor.
El sábado 26 de agosto fue el gran día. Los participantes de la Residencia y del Campamento
Nuevos Realizadores se reunieron en el Jardín El Tamarindo para presentar los cortos producidos,
y recibir los incentivos otorgados por ACAMPADOC, gracias a las alianzas que mantiene con otros
festivales y espacios formativos.
En total se presentaron quince cortos, en el marco del tema “Voces de la faena rural”, que
contaron historias brevísimas sobre personajes de la región; varios de ellos con un legado
hermosísimo de cantos, memorias y poesía. Al final, el jurado internacional y el jurado joven de
este XII Festival hizo su selección, y los ganadores fueron:
SECCIÓN LARGOMETRAJES
Mejor largometraje documental: Piedra y Olivo, por “una narraión de enorme riqueza audiovisual,
con una profundidad, humanismo y sensibilidad que la convierten en una obra universal. Por el
rescate que hace de una cultura ancestral en vías de extinción, y por la denuncia a la depredación
indiscriminada e inconsciente de la naturaleza, donde la renta está sobre todo”.
Mejor dirección de Fotografía: La última semilla, “por la gran calidad y belleza de sus imágenes,
que nos revelan la actual lucha por el control de la semilla nativa en África. Es un documental que
retrata en su ámbito, sin artificios y con gran calidez, a agricultores y científicos que trabajan y
lucha por la conservación de sus semillas y conocimientos para las generaciones venideras”.
Mejor diseño Sonoro: El tren y la península, declarado por el jurado joven (Irina, aquí pareciera
que se está hablando de la película sobre gastronomía michoacana… no sobre el tren… Lo dejo así
para tu revisión)
 Mejor Diseño Sonoro: EL TREN Y LA PENÍNSULA
Declaración del Jurado JOVEN: Por la habilidad para mantenernos entretenido
conociendo la cultura de la comida Michoacana, con buen ritmo que hace que el tiempo
pase volando y nos deja a la espera de más.  Por la calidad de sus audios, la sutileza de
su emotiva banda sonora y los guiños a lo musical. Un diseño sonoro que fantásticamente
se entrelaza con la narrativa.
Mejor Montaje Documental: Coser para contar, “por el dinamismo con que combina sugestivas
imágenes de archivo, fotografías y canciones, enhebradas en el relato retrospectivo de una
pratogonista, en la valiente lucha de un grupo de mujeres contra el establecimiento de una base
de misiles en Gran Bretaña. Por la inteligente combinación de texturas y soportes, para acercarnos
a un conflicto de hace más de 40 años, que constituye un antecedente de las denuncias de género
organizadas, donde los hombres son señalados como representantes del señor de la Guerra”.

Mejor nuevo Director/Directora: Compartiendo la cosecha, a la que el Jurado Joven
declaró como una película en la que “la mirada encuentra la forma de que su narrativa
conecte con el espectador”.
Premio a las Insurgencias de las Mujeres: A las películas Wandari y Rebelión de las flores. A
Wandari, “por su gran calidad cinematográfica que pone de relieve la defensa de la tierra y las
tradiciones agrícolas de las comunidades indígenas, poniendo en valor la lucha contra la
vulneración de los derechos de las mujeres por la trata y explotación, como consecuencia de la
incursión de la industria minera en la zona”.
A La Rebelión de las flores, “por recoger la voz de un grupo de mujeres de diferentes
procedencias, que unen sus fuerzas hasta llegar al Ministerio del Interior de Argentina para poner
de manifiesto la necesidad de defender” su territorio.

SECCIÓN CORTOMETRAJES
Mejor Cortometraje Documental: Chao Carbón, “por exponer de manera contundente los
perjuicios irreversibles en la naturaleza y los seres humanos causados por los combustibles fósiles,
y por tanto la urgencia de transitar hacia energías limpias”. El jurado también resaltó el uso de
material de archivo y la contraposición del discurso del “progreso” frente a la necesidad de justicia
ambiental.
Menciones de honor:
1. A la Preservación de la Memoria Inmaterial: La serpiente Shelmeca.
2. A la Preservación del Patrimonio de la Humanidad: Wayuri.
3. A la Preservación de la Memoria Inmaterial: La serpiente Shelmeca.
4. A la Concientización del Patrimonio Natural: Los indicadores.
5. Al compromiso con el Cine y el Ambiente: El Rociador y Ni por mil puñados de oro.

Para los jóvenes cineastas que hicieron parte del Campamento Nuevos Realizadores también hubo
reconocimientos e incentivos:
1. El proyecto Los sueños de Rosa, de Sergio Sánchez (Colombia), ganó una asesoría a
Carpeta Transmedia por parte de Hiperactiva Producciones, de Perú.
2. Akcha Sapi, de Joshi Espinosa; y Tangán, de Christian Obando, ambos proyectos de
Ecuador, ganaron una asesoría de acompañamiento al guion documental por parte de
Reeskrituras, de Puerto Rico.
3. El Encuentro Internacional de Cineastas (EIC) de Guatemala otorgó un cupo directo a
Deylim Abzun (Guatemala) y a Josué Torres (Panamá), por ser alumnos destacados del XII
Campamento.
4. Ícaro Mercado, de Guatemala, otorgó un cupo directo a los proyectos Los sueños de Rosa,
de Sergio Sánchez (Colombia); y a Agua de la virgen, de Alfredo Marimón (Colombia)
5. Las mejores carpetas de la Residencia ACAMPADOC —Yubarta, de Nayibe Tavares
(República Dominicana); y Los sueños de Rosa, de Sergio Sánchez, lograron un cupo
directo a los Encuentros Profesionales del FIFAC (Guyana Francesa).
6. La directora Emma Cucul (Guatemala), ganó un cupo directo al Bolivialab, por el mejor
pitch.

7. La Residencia de Creación Kinoguarimba (Italia) otorgó un cupo directo al proyecto con
mejor proyección internacional: Lloródromo, de Helena De Castro (Brasil).
Pero atención: la fiesta no terminó aquí. Ese sábado por la noche, en La Villa de Los Santos hubo
música y parranda por la celebración de la Semana del Campesino, y tras varios días de 27 horas,
los participantes decidieron unirse a la celebración y bailaron al ritmo de las tunas y comparsas
que recorrieron las principales calles del centro histórico. No les miento: chilenos, franceses y
colombianos terminaron salomando como el mejor de los cantores santeños… O al menos eso nos
pareció a todos los que, entre toque de caja, tambor y churuca, sudamos hasta la última de
nuestras tristezas entre semejante jolgorio.

 

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